La normativa europea actual obligatoria al etiquetado de todos los alimentos que contengan cereales con gluten como el trigo, el centeno, la cebada, la avena, la espelta, el kamut y el triticale.

Los cereales son indispensables en una dieta equilibrada, ya que son una fuente importante de proteínas e hidratos de carbono. En caso de presentar una alergia al gluten, se pueden sustituir por cereales sin la presencia de gluten.

Los cereales son el nombre genérico que se le da a las gramíneas cultivadas, y que además de las reacciones alérgicas que ocasiona el gluten que contienen, es habitual que su polen también provoque algún tipo de reacción alérgica (asma y rinoconjuntivitis). Por suerte, estas alergias son independientes y el tener reacciones al polen de gramínea no implica que estas personas no puedan consumir cereales.

El gluten es una proteína que se encuenta en algunos cereales y entre los más columes encontramos el trigo, el centeno, la cebada, la avena, el kamut, la espelta. Así mismo también hay productos derivados de ellos que lo contienen como por ejemplo las harinas, las féculas, las sémolas o los almidones.

No hay que confundir la alergia al gluten de los cereales con la celiaquía.

La enfermedad celíaca es una afección con base genética causada por el daño al revestimiento del intestino delgad debido a la reacción autoinmune ante el gluten.

Para más información puede acceder a la web de la Federación de Asociaciones de Celíacos de España.

A continuación se detallan una lista de nombres se pueden encontrar en el etiquetado de los alimentos y que también pueden indicar la presencia de gluten: amiláceos, aromatizante, aroma, espesante, estabilizador, extracto de cereal, gliadina, gluten, glutenina, malta, almidón [modificado (E-1404 y E-1452 ), vegetal, gelatinizado], proteína vegetal, proteína vegetal hidrolizada, proteína vegetal texturizada, saborizante (natural y artificial).