La normativa europea actual obliga al etiquetado de todos los alimentos que contienen granos o semillas de sésamo y productos a base de sésamo.

La alergia a la semilla de sésamo, originaria de la India y África, puede ocasionar reacciones alérgicas muy graves como la anafilaxia, que requiere atención sanitaria urgente, tanto en personas adultas como en niños. El sésamo también se ha descrito en la bibiografía médica como un alérgeno capaz de inducir reacciones asmáticas.

Diversos estudios han reconocido que la hipersensibilidad al sésamo se da entre un 0.1 y 0.2 por ciento de la población, y que este porcentaje va en aumento debido a la popularización de las semillas tanto en el ámbito culinario como su uso en cosméticos o farmacológicos.

Una persona con alergia a las semillas de sésamo es probable que lo sea también a otros frutos secos o a legumbres como la lenteja y la soja.