Los frutos secos son alimentos de etiquetado obligatorio según la normativa europea actual vigente.

Las personas alérgicas a un fruto seco específico también suelen tener reacciones a diferentes frutos, aunque sean de otras especies completamente distintas. Es más común que ocurra en personas adultas. Esto es debido a que presentan, aparte de la proteína específica que causa la alergia, otras estructuras proteínicas con funciones similares (panalérgenos) que comparte con otras especies. Esta reactividad cruzada desaconseja que una persona alérgena a un fruto seco, consuma frutos de otras especies si no está seguro de no presentar reacción alérgena al mismo.

La resistencia que presentan estos alérgenos frente al calor, aconseja ser prudente a la hora que consumir algún alimento, cocinado o no, que pudiera llevarlo de manera inadvertida.

Las reacciones alérgicas de este grupo de alimentos pueden ser reacciones graves y derivar en una anafilaxis.

Dentro de los frutos secos las variedades y especies son tan abundantes que solo podemos incluir los más habituales, sin pretender ser exhaustivos:

  • Almendra
  • Piñón
  • Nuez, nuez de pecán
  • Nuez de Brasil
  • Cataña, bellota
  • Avellanas
  • Semillas de calabaza
  • Semillas de lino
  • Semillas de girasol
  • Anacardo, pistacho